Colau paga a presos que no existen pero desahucia a los de BCN
En las últimas semanas se habla de lo mucho que Barcelona ansía dar rienda suelta a su solidaridad con los refugiados toda vez que muestra una indiferencia y falta de empatía con el triste futuro de sus presos preventivos que es digna de estudio. ¿Es posible que nuestra ciudad esté actuando en asuntos tan serios por mero snobismo?
En todo caso, la emergencia de los refugiados constituye una causa humanitaria tangible; sin embargo el Ayuntamiento de Barcelona, el mismo que ignora el futuro al que se enfrentan sus presos preventivos, muestra también gran interés por unos presos inexistentes: los presos políticos.
A lo largo de 2016, el centro de preventivos de Barcelona -la Modelo- puso en libertad a más de 1.500 presos preventivos. Como hemos repetido tantas veces, los presos no están condenados, solo en custodia en tanto el juez de instrucción hace algunas averiguaciones. Los ciudadanos que están presos son, en consecuencia, presuntos inocentes privados de libertad durante el tiempo que dura la pesquisa. Esa es una de las razones por las que los preventivos siempre han estado en la ciudad: con frecuencia son puestos en libertad repentinamente, a hora avanzada, y muchos de ellos incluso liberados definitivamente y sin cargos.
Más de 700 presos liberados de noche deambularán por el arcén de la carretera De los más de 1500 presos que la Modelo puso en libertad provisional o definitiva a lo largo de 2016, aproximadamente la mitad salieron del establecimiento ya anochecido. A diferencia de la libertad por cumplimiento del condenado, de la que se conoce el día y se puede planificar la hora, la libertad del preso no es previsible y, una vez decretada por el juzgado, es imprescindible que el centro la haga efectiva antes de las 12 de la noche. Al abrigo del tejido urbano, el liberado desde el preventivo de Barcelona no ha corrido riesgos para llegar hasta su domicilio. ¿Qué pasará cuando Brians 1 excarcele a más de 700 presos al año en mitad de ninguna parte y sin luz solar? La estación del tren está a casi siete kilómetros. El excarcelado debe llegar hasta ella por el arcén de la carretera. Si es una persona con recursos puede preferir desplazarse en taxi aunque los taxistas no se sienten muy inclinados a acudir al centro penitenciario para recoger a liberados debido a algunas experiencias vividas.
Hablamos de un tipo de peripecia que nos movería la conciencia si se desarrollase en la gran pantalla: inocente confundido en riña tumultuaria pasa dos semanas en prisión preventiva, pierde el trabajo y, cuando por fin se aclara todo y es liberado, tiene que recorrer siete kilómetros de noche por el lateral de una carretera para llegar hasta un tren que le devuelva a su ciudad y a su casa. Si es cierto que se trata de una realidad poco conocida, también es verdad que bastaba preguntar a los profesionales del ámbito de preventivos, como se hace con cualquier sector del servicio público cuando se desea poner en marcha un proyecto tan arriesgado. Por razones como la provisionalidad y excep- cionalidad de su situación procesal, entre otras, los preventivos han permanecido siempre cerca de la ciudad.
Hay otras realidades menos conocidas aún que la prisión preventiva pero con mejor fortuna a la hora de conmover la caridad municipal: hablamos del extraño caso de los presos políticos. El pasado mes de febrero, el digital lainformación.com afirmaba que existía en el Ayuntamiento de Barcelona una "lista de proyectos que van a recibir una subvención y algunos de ellos llaman la atención. Por ejemplo, destaca un subvención de 57.436,64 euros al plan de la Asociación Paz con Dignidad para "fortalecer la protección de los derechos de los/las presos/as políticos/as". Según el Ministerio del Interior en España no existen presos políticos, si acaso presos condenados por asesinar o por pertenecer a la banda terrorista ETA."
http://www.lainformacion.com/espana/subvenciones-Colau-lesbianas-Cuba-Barcelona_0_989602131.htmlinformacion.com Los presos preventivos no dejarán de existir solo porque cerremos los ojos o porque cerremos la Modelo sin un centro de sustitución. Y serán los inocentes, precisamente, los que acaben una noche cerrada en el arcén, a 7 km de Martorell, pagando caro no sé qué del franquismo en no sé qué de los 80.