Los presos de la Modelo inician campaña de peticiones al Síndic por miedo a la dispersión y el aleja

Desde hace unos días, los técnicos de vigilancia del centro de preventivos la Modelo han comenzado a asentar en los libros de registro de las diferentes galerías peticiones dirigidas, principalmente, al Síndic de Greuges. Hasta la fecha se han cursado un mínimo de 50 peticiones individuales.

Algunos de los escritos, a los que han tenido acceso los trabajadores, inciden en que "la mayoría de los que aquí nos encontramos estamos en situación de preventivos", que nuestra legislación prohibe la convivencia entre penados y presos y que enviar a estos a los penales supone un riesgo para la presunción de inocencia que establece el artículo 5 de nuestra Ley Orgánica General Penitenciaria. En su argumentación conceden una importancia especial a la necesidad de mantener el arraigo familiar. La distancia y la falta de medios económicos son percibidos por los presos como una amenaza directa a sus vínculos familiares, si prospera la intención del Departament de Justícia. Por último, pero no menos importante, recuerdan que la distancia y la dispersión supondrán trabas considerables para la defensa jurídica. El periodo de prisión preventiva se caracteriza por mantener recluidos a ciudadanos que no han sido condenados y, por tal motivo, la ley garantiza un régimen penitenciario basado en la presunción de inocencia. La proximidad a la familia, para evitar el desarraigo, y el fácil acceso de la asistencia letrada, para acelerar la vuelta a la libertad si procede, son las dos razones principales por las que historicamente los establecimientos de preventivos han estado en la ciudad. Entre los profesionales de tratamiento se ha observado angustia e inquietud en el colectivo de presos desde que trascendió el proyecto de la Conselleria de renunciar a construir el establecimiento de Zona Franca y de repartirlos entre los penales, centros que distan un mínimo de 40 km de Barcelona.